La cascada Gljúfrabúi tiene una altura de 40 metros y un ancho de 25 metros. Gljúfrabúi es un tesoro escondido en Islandia y se encuentra en una cámara rocosa detrás de un acantilado llamado Franskanef, el agua cae en una cueva de lava y es de color turquesa, lo que le da un aspecto aún más hermoso. La cascada es un lugar de gran belleza y espectacularidad. 

Para llegar a la cascada Gljúfrabúi, hay que caminar por un sendero que lleva a la entrada de la cueva. El sendero es de unos 500 metros de largo y está bien señalizado. Una vez en la cueva, se puede ver la cascada Gljúfrabúi desde la distancia. Para acercarse más a la cascada, hay que caminar por un estrecho pasillo de roca. El pasillo es resbaladizo, por lo que hay que tener cuidado.

El esfuerzo de caminar hasta la cascada Gljúfrabúi es recompensado con una vista espectacular. La cascada cae con fuerza sobre la cueva, creando una nube de vapor que se puede ver desde lejos. Además de la ruta que lleva a la entrada de la cueva, también es posible ver la cascada Gljúfrabúi desde la parte superior del acantilado.

Esta ruta es más corta, pero también es más peligrosa. El camino es empinado y resbaladizo, y hay que tener cuidado de no resbalar y caer al vacío. Para ayudar a los visitantes a subir, hay una cadena de apoyo en los lugares más peligrosos. Sin embargo, esta ruta no es apta para cualquiera. Si no estás acostumbrado a la actividad física, es mejor que no la intentes.